La historia de Caín nos permite reflexionar a cerca de cómo nos relacionamos con Dios.
Categoría: Fe y Vida
No cabe subestimar el amor y la misericordia de Dios, ese padre que sale al encuentro de su hijo perdido.
¿Quién puede predecir las cosas que sucederán al día siguiente? Quisiéramos ser capaces de saber que sucederá después, como seres humanos es inevitable querer tener
“Os aseguro que si no cambiáis y os hacéis como niños, no entraréis al Reino de Dios.”
Cuando nos detenemos a observar la realidad nos encontramos con un mundo confiado en la limitada sabiduría humana y en la errada convicción de que podemos construir un mundo sin Dios.
A pesar de las dificultades, el creyente se encuentra afortunado por manifestar estas gracias, pues Dios ve estas cualidades, aunque los tiempos no parezcan favorables.
Hay dos caminos: o se acepta a Dios y sus planes de amor eterno o se intenta conseguir éxitos y alegrías según los pensamientos de la carne.