¿Cúan importante es conseguir el éxito? El éxito es una de las palabras con las que quizás intentamos dar significado a algunas cosas de nuestra vida, una palabra tan pequeña puede llegar a tener el poder de persuadir, el poder de cambiar un estado de ánimo o la propia autoestima de una persona, pero Jesús nos habla de otra palabra: la cruz; así también nos indica que afrontemos la cruz y la tomemos. ¿Cuál es el sentido la cruz?
“Porque el lenguaje de la cruz es una locura para los que se pierden; pero para nosotros, que nos salvamos, es poder de Dios. Pues dice la Escritura: Inutilizaré la sabiduría de los sabios y anularé la inteligencia de los inteligentes”. 1 Corintios 1,18-19.
“¿Dónde está el sabio? ¿Dónde el maestro? ¿Dónde el estudioso de este mundo? ¡Dios ha convertido en tontería la sabiduría del mundo!” 1 Corintios 1,20.
“El mundo con su propia sabiduría no reconoció a Dios en la sabiduría manifestada por Dios en sus obras. Por eso Dios ha preferido salvar a los creyentes por medio de una doctrina que parece una locura. Porque los judíos piden milagros, y los griegos buscan la sabiduría”. 1 Corintios 1,21-22.
La carta de San Pablo ya nos indica que el lenguaje de la cruz es una locura, pues el mundo tomó su propia forma de comprender las realidades de la vida ignorando las enseñanzas dadas por Dios desde el principio. Afirma que los judíos y los griegos no encontraban forma de aceptar que estaban ante la obra de Dios, es decir, los parámetros humanos indicaban que Dios estaba obligado a dar señales más sorprendentes.
Los paradigmas humanos normalmente se usan para decidir si creemos o no en las obras de Dios, por tanto es usual escuchar la pregunta: ¿si Dios existe por qué deja que pasen cosas tan malas? Estos pensamientos también están presentes durante la cruxifición de Jesús, en los evangelios puede escucharse cómo algunos piden que Jesús se baje de la cruz demostrando así que tiene el poder de Dios.
San Pablo describe que no es bajo los paradigmas humanos como la humanidad puede hallar explicaciones: “Pero nosotros anunciamos a Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los paganos, pero poder y sabiduría de Dios para los llamados judíos o griegos. Pues la locura de Dios es más sabia que los hombres; y la debilidad de Dios, más fuerte que los hombres.” 1 Corintios 1,24-25.
Este texto nos muestra que perdemos el tiempo intentando jugar a ser Dios o lanzando afirmaciones como: si yo fuese Dios haría esto o aquello. Contrario a esto es necesario reflexionar en todo momento si nuestra vida va bien encaminada hacia el modo en que Dios quiere que lo hagamos. Esta palabra nos invita a pensar ¿estoy actuando como Dios quisiera que yo actue?
“Dios eligió lo que el mundo tiene por necio para humillar a los sabios; lo débil, para humillar a los fuertes; lo vil, lo despreciable, lo que es nada, para anular a los que son algo; para que nadie presuma delante de Dios.” 1 Corintios 1,27-29.
San Pablo nos invita a sentir orgullo por Nuestro Señor, y no de nosotros mismos: “Para que, como dice la Escritura, el que quiera presumir de algo, que presuma de lo que ha hecho el Señor”. 1 Corintios 1,31.
Gracias al sacrificio de Jesús hemos sido salvados, la cruz muestra a plenitud el amor que Dios tiene para todos sus hijos. La cruz es un signo del que podemos presumir, porque en ella está reflejada la donación de Dios por cada uno de nosotros; sólo Dios se ha dado por completo. Jesús sacramentado, mi dulce amor y consuelo ¿quién nos amara tanto que de amor por nosotros muriera?
(Traducción: Nuestra Sagrada Biblia)